Cuento para niños: "El Viejito Corazón de Manzana" - Adaptación (con ficha de lectura)

                                                   El Viejito Corazón de Manzana

En un pueblo de un país lejano, vivía hace tiempo un anciano muy pobre. No tenía familia y se ganaba la vida haciendo un trabajo por aquí y otro por allá en los pueblos vecinos. Todo el mundo lo quería porque a pesar de ser viejito y pobre siempre estaba alegre y porque era muy bueno y muy ingenioso para hacer pequeños trabajos.

Un día, mientras comía una manzana en la puerta de su choza, se puso a pensar que era muy triste que en toda la región hubiese gente que pasaba hambre, aunque allí abundaba la fruta en las huertas. “Soy pobre, ya estoy viejo y no sé mucho, pero algo debe haber que yo pueda hacer para que la gente sea más feliz”, se decía mientras daba el último mordisco a la jugosa manzana.

De pronto sonrió. “Ya sé lo que voy a hacer, ¿cómo se me ocurrió antes?” pensó. Y a partir de ese día, cada vez que le hacía un trabajo al dueño de la huerta, le pedía que le pagara la mitad en manzanas. Regresaba muy feliz a su choza, comía las manzanas e iba guardando los corazones en un costal.

Muchos pensaban que algo extraño le sucedía. Pero otros lo defendían diciendo que el viejito era bueno y no era tonto y si guardaba los corazones de las manzanas sería para algo útil.

Pasaron los meses y los años y el viejito seguía comiendo manzanas y guardando los corazones, por lo que la gente terminó llamándolo el Viejito Corazón de Manzana.

El viejito se levantaba al amanecer y se iba a trabajar llevando un largo palo y su costal con corazones de manzana. Algunos niños que lo seguían lo vieron muchas veces detenerse de trecho en trecho para colocar ahí un corazón de manzana, que tapaba con un poco de tierra.

Muchas veces hizo lo mismo durante toda la primavera y parte del verano. Al año siguiente hizo lo mismo y así siguió durante varios años. A veces alguien le ofrecía un trabajo y una vivienda más cómoda, pero él no aceptaba, aunque le ofrecieran ser guardián de un huerto de manzanos. “Tengo mucho trabajo y necesito independencia”, decía. Y así continúo viviendo hasta que murió.

Mientras tanto, por todos los caminos habían comenzado a crecer manzanos. En otoño, los niños, los caminantes, la gente más pobre, todos, al pasar por los caminos de ese pueblo y otros vecinos, se detenían a coger una manzana y saborearla. ¡Qué felicidad tener manzanos en los caminos! ¿Quién los habrá plantado? ¿Habrá sido el alcalde?, preguntaban los forasteros. Y la gente de todos los pueblos les contestaban sonriendo: “No, señor. Fue el Viejito Corazón de Manzana”.

Adaptación de Michele Vanden (Perú)


FICHA DE LECTURA


I.      COMPRENSIÓN A NIVEL LITERAL

1.   ¿En qué trabajaba el viejito?

2.   ¿Por qué todo mundo quería al viejito?

3.   ¿Qué llevaba en su costal el viejito cuando iba a trabajar?

4.   ¿Cuál era la respuesta del viejito cuando le ofrecían un trabajo?

 

II.    COMPRENSIÓN A NIVEL INFERENCIAL

5.   En el texto, el viejito pensó: “Ya sé lo que voy a hacer, ¿cómo se me ocurrió antes?” ¿Qué fue lo que se le ocurrió hacer?

6.   ¿Por qué el viejito no aceptaba otros trabajos diciendo que necesitaba independencia?

7.   ¿Qué hubiese pasado si el viejito aceptaba uno de los trabajos que le ofrecían?

 

III.  COMPRENSIÓN A NIVEL CRÍTICO VALORATIVO

8.   ¿Crees que el Viejito Corazón de Manzana cumplió con su objetivo de hacer feliz a las personas? ¿Por qué?

9.   Hay personas que, al ver al viejito guardando los corazones de manzana, pensaban que era tonto ¿crees que eso es correcto llamarlo tonto? ¿Por qué?

 

IV. ASPECTO CREATIVO

10. Imagínate al Viejito Corazón de Manzana y dibújalo sembrando sus manzanas. 



**Ficha de lectura propuesta por el autor del post.


Comentarios